sábado, 12 de abril de 2014

REVISTA MIRA 4 Espondilitis Anquilosante y Artritis Reumatoide



El Paciente Pregunta

Estoy diagnosticado de espondilitis, pero desde hace más de un año no he tenido ningún brote. Aún así, ¿tengo que continuar con el tratamiento farmacológico?

     Hasta la fecha, desafortunadamente, no disponemos de tratamientos curativos para los pacientes con espondilitis. El objetivo del tratamiento va dirigido a controlar los síntomas, mejorar la calidad de vida, mantener un buen estado funcional y por tanto, prevenir el desarrollo de las lesiones que vemos en las radiografías. Los tratamientos que utilizamos para tratar la espondilitis han demostrado su utilidad en el control de los síntomas de la enfermedad como son el dolor y la rigidez y a mejorar la calidad del paciente, pero aún no tenemos claro que podamos prevenir el desarrollo de algunas lesiones, aunque hay indicios de que sí lo podemos conseguir.
      Una gran parte de pacientes está bien controlado con el uso de antiinflamatorios y un adecuado programa de ejercicios. Por otro lado, la espondilitis es una enfermedad que típicamente tiene un curso fluctuante, es decir, que cursa en forma de brotes. Por ello, algunos reumatólogos optamos por el tratamiento farmacológico a demanda, según la sintomatología que presente el paciente. Existen intervalos de remisiones prologadas, en las cuales, probablemente sólo con el programa de ejercicios el paciente se va a mantener bien y no necesita el uso de fármacos.
       En el caso de la terapia biológica, su prescripción va condicionada por el fracaso de los tratamientos convencionales como fisioterapia, antiinflamatorios, infiltraciones con corticoides y sulfasalazina. Una vez que se instaura el tratamiento con un fármaco biológico (antiTNF), en principio, se prescribe de forma indefinida, ya que aunque se consigue un buen número de remisiones, en diferentes estudios se ha demostrado que la interrupción del tratamiento biológico va seguido de recaída de la enfermedad en más de la mitad de los pacientes a los 6 meses y en la práctica totalidad, al año.
   También en diferentes estudios se ha demostrado que la reinstauración del tratamiento es segura y vuelve a alcanzar gran eficacia. No obstante, un estudio que compara un grupo de pacientes que utilizan el tratamiento de forma mantenida y otro grupo lo utiliza a demanda, demuestra que el grupo que lo utiliza de forma continuada se encuentra algo mejor. Otro estudio que compara a pacientes que toman antiinflamatorios de forma continuada con pacientes que lo toman a demanda parece también indicar que los primeros están algo mejor. De todos modos, dado que un importante porcentaje de pacientes tiene periodos prolongados en los que se encuentra bien, y que los fármacos son muy costosos y no exentos de efectos adversos, que el paciente y su reumatólogo consideren las diferentes posibilidades y dependiendo de la gravedad de la enfermedad (no es igual en cada paciente), tomen la decisión más adecuada.

Dr. Jesús Sanz


H. U. Puerta de Hierro
Majadahonda. Madrid

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